8 de septiembre de 2011

Dia 7

Padrón - O Cadavo


El albergue de Padrón se dividía en pequeñas habitaciones de cuatro o cinco camas. El suelo y las escaleras de madera crujian a cada paso, lo que le daba cierto aire entrañable.
No era un albergue nuevo, ni mucho menos, ni especialmente bien preparado, pero a mi me gustó bastante (salvo los baños).
Compartí habitación con Angel y con una pareja de Alicantinos que comenzaban allí su primer camino(Perdonadme, pero no recuerdo los nombres!!).
Cuando sonó el despertador los cuatro nos pusimos en movimiento y en unos pocos minutos tras desayunar algo rapido en la cocina, salimos juntos a caminar.
Era noche cerrada aún y habia que calentar un poco los musuculos y romper a sudar para paliar el fresquito de aquellas horas, asi que marqué mi ritmo de costumbre sobre el arcen de la carretera y pude ver como Angel se quedaba atras, mientras los alicantinos aguantaban perfectamente. Más adelante me enteraría que pertenecian a un club de atletismo y que él, incluso corría maratones!
Los musculos ya estaban entonados mientras atravesabamos bosques y senderos,ibamos charlando, mientras seguiamos a buen ritmo, subiendo y bajando. La rodilla cada vez me molestaba más, y las pendientes, en cuanto que eran un poco pronunciadas me mataban.
Asi que cada vez que aparecía una cuesta ellos se adelantaban y cuando de nuevo llaneabamos me acercaba a ellos. Ibamos juntos cuando al terminar de descender por un sendero apareció Paradavella y justo al comenzar el pueblo paramos a tomarnos un cafe calentito en un acogedor bar, para descansar de la larga y dura bajada.


Y lo malo de las fuertes bajadas, es que suelen conllevar una fuerte subida, y asi fué. El camino que conducía a Lastra, resultó tener una , no dura, durisima subida, por un camino realmente dificil de andar. Tanto que algun peregrino anterior con un sentido del humor prodigioso nos habia regalado toscas notas de animo durante toda la subida. ¡¡Muchas gracias,seas quien seas, porque realmente me animaste muchisimo en estos duros metros!!


La pareja de alicantinos hacia ya mucho rato que se habian perdido en el horizonte, y no los volveria a ver hasta que llegase al albergue horas despues.
La ultima parte de la etapa se me hizo muy "cuesta arriba" a pesar de ir descendiendo continuamente. La pista que me llevaria hasta Cadavo Baleira fue un verdadero tormento,la rodilla me dolia muchisimo y cada paso cuesta abajo era un suplicio.
Cuando acabó la pista y empezó una carreterilla asfaltada fue aún peor, tanto que decidí bajar marcha atras,para que fuese otra la forma de apoyar el peso del cuerpo.
Llegó una curva en la carretera y aparecieron las primeras casas, donde una señora al verme bajar así me dijo: ¡animo hijo, que ya has llegado al albergue y tienes cama segura!



Apenas faltaban veinte o treinta metros para llegar a la puerta del albergue, donde ya estaban esperando a que abriesen los primeros en llegar aquella mañana.
Como quedaba mucho para que abriesen decidí lavar la ropa mientras tanto, y alentado por alguno de los que habian llegado antes que yo, me duché en el mismo lavadero con la manguera de la que salía el agua totalmente helada. La verdad es que me quedé como nuevo!






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